EMDR o Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares es un abordaje psicoterapéutico innovador que acelera el tratamiento de un amplio rango de patologías.
Nuestro trabajo como especialistas en EMDR consiste en comprender el efecto de las experiencias vitales adversas y traumáticas sobre la patología y en el procesamiento de dichas experiencias a través de procedimientos estructurados que incluyen movimientos oculares u otras formas de estimulación bilateral.
Cuando una persona tiene una experiencia traumática, de cualquier magnitud, este recuerdo se queda atrapado en su propia red neurológica tal y como sucedió, incluyendo las imágenes, olores, gustos, sonidos y creencias. La consecuencia es que el sistema de procesamiento del cerebro se atasca y los estímulos de nuestro entorno que se pueden relacionar con dicho recuerdo pueden reactivarlo inconscientemente dando lugar al malestar emocional y síntomas diversos.
Cuando hablamos de experiencia traumática incluimos desde situaciones en las que hemos podido pasar mucha vergüenza, culpa, miedo, tristeza, ya sea porque nos han ridiculizado de pequeños en la escuela, o nos cerraron durante un rato en el baño, o escuchamos noticias aterradoras…, hasta un accidente de coche, un abuso sexual u otras de mayor magnitud. Es decir, es traumático cualquier evento que sintamos que amenace nuestro bienestar físico o emocional.
Con la estimulación bilateral o EMDR, se facilita que la red neuronal dónde quedó grabada la experiencia traumática se desatasque y poder llegar a una mejor comprensión de lo sucedido al conectarla con otra red neuronal en la que hay información adaptativa y útil. Esta asociación produce un procesamiento acelerado de la información que hace que el recuerdo traumático sea desensibilizado y por lo tanto deje de afectarnos en la vida cotidiana.